danza

La danza como crónica de un confinamiento

Minuto a minuto de la masterclass con Jon Maya, jueves 8 de octubre a las 12:00 en el Museo Universidad de Navarra

Jon Maya en el Museo Universidad de Navarra. MAR GIMENO

MAR GIMENO. Pamplona- El bailarín y coreógrafo Jon Maya comparte con el público su historia como bailarín, su experiencia como director de Kukai Dantza, su dirección en el reciente documental ‘Bizimina‘ en el Festibal de Cine de San Sebastián 2020, y presenta su proyecto ‘Gauekoak: crónica de un confinamiento’, que se representa el sábado 10 de octubre en el Museo Universidad de Navarra.

13:25 En esta conferencia, Jon Maya ha narrado su historia y trayectoria como bailarín y coreógrafo, desde la danza vasca hasta la danza clásica. Ha hablado de esta hibrización de danzas, las similitudes entre ambas y cómo una necesita de la otra; así como la necesidad de hibridación de artes para el enriquecimiento. Han surgido temas como la diferencia de género en la danza vasca y la búsqueda de la igualdad. Así como la necesidad de volver a las raíces para encontrar la propia identidad. Presentando su nuevo proyecto ‘Gauekoak, una crónica del confinamiento, se han planteado cuestiones relativas al coronavirus, la actual dificultad del directo y la nueva situación en la que se encuentra la danza.

13:20 «Me gustaría mencionar que nosotros no llegamos a inventar nada ni a descubrir nada», se despide Jon Maya. «Somos un producto de los diferentes intentos en los distintos periodos de la historia de estilizar la cultura popular«.

13:17 Entre el público hay respuestas diversas, ya que por un lado algunos piensan que existe esa necesidad de no dar la espalda a la danza, y que esa vuelta con todas las precauciones y novedades que tuvo fue muy emocionante. También hay opiniones más aferradas al directo, «Yo estoy sintiendo el hastío del online. Quiero veros en directo», dice una mujer. Pero es unánime la realidad de que, a pesar de estar cerrado el directo en físico, sigue estando vivo.

13:15 Maya se dirige de nuevo al público, «Vosotros como espectadores, ¿qué podéis recibir de esta nueva fórmula como A puerta cerrada?, ya que, aunque esta experiencia no puede sustituir al directo, pienso que actualmente contamos con técnicas que se pueden complementar».

13:07 «Gauekoak para mí ha sido agarrarme a un puerto para no partir», continúa Maya. «Estoy recuperando sensaciones diferentes». También cuenta su sorpresa tras esta nueva experiencia: «La gente me dice que no me reconoce en el escenario, que es un Jon que no conocen. Eso me alegra, algo hemos conseguido».

13:04 Para Maya es un proyecto muy especial, ya que había llegado un momento en el que ya no bailaba, se dedicaba más a dirigir, «40 años, pues ya está», dice Maya, «pero según lo dije, pensé que todas las sensaciones que solo se tienen en el escenario ya no las iba a sentir».

13:00 Maya añade sobre del origen proyecto, «teníamos muy claro que todo tenía que estar atado a la situación que estábamos viviendo en ese momento. Gauekoak es la crónica de un confinamiento. Para mí ha sido esa reflexión, esa búsqueda del encuentro.»

12:57 «Junto con José Manuel Garrido nos pusimos a buscar soluciones en caminos diferentes. Empezamos entonces a grabar imágenes que se convirtieron en el documental del Festival de Cine de San Sebastián, Bizimina«.

12:54 «Me gustaría hablar de cómo apareció este proyecto, A puerta cerrada«, comienza Maya, «Aparece Covid. 30 funciones perdidas. Lo primero es hacer frente a eso, y además me preocupaba las respuestas que se estaban dando. Nuestro futuro no podía ser sólo esa solución de paso, de vídeos y funciones subidas. Nuestro mundo se cimenta de trabajadores, creadores, artistas y público. Esto se para derrepente».

12:52 «Nosotros intentamos desde el hecho de nombrar a la gente en los ensayos por su nombre, no divisiones por género. Estamos en esa búsqueda, cometemos fallos, no tenemos la fórmula. Pero es un tema que nos preocupa», añade Maya.

12:51 A raíz de esta reflexión, Maya recuerda una anécdota, «Un comentario en redes me achacó que no podíamos sustituir en nuestro baile a las mujeres por movimientos femeninos o faldas. Eso me hizo pensar que estábamos incluso dividiendo entre movimientos de baile femeninos y masculinos«.

12:45 «Sobre la cuestión de género«, sigue respondiendo Maya, «no estoy de acuerdo del todo en esa imagen masculina de la danza vasca, pero lamentablemente hemos recibido clichés muy reducidos. Muchas veces desde la ignorancia nos acogemos a la bandera de la tradición para encubrir discriminaciones; sin embargo, hemos perdido cosas por el camino». Añade que hemos recogido esa herencia de roles en la danza vasca y a la mujer se le ha dado un rol de acompañante. «Creo que no responde del todo a la tradición, sino a la simplificación que hemos recibido de ella».

12:42 Jon Maya le responde, «a lo primero que has dicho me gustaría añadir que muchas veces esta cuestión de las raíces e identidades parecen excluyentes, pero es todo lo contrario. Me gusta tomar de ejemplo a Oteiza y Chillida para explicar esto, ‘con las raíces en su lugar y las ramas abiertas al mundo’, es una frase de Chillida que lo recoge muy bien».

12:41 Otra pregunta para Maya, «en el último tiempo hay mucha generosidad en meterse en distintos campos artísticos, y es muy enriquecedor. Por un lado, veo que hay algo de volver a la tradición para descubrir nuestra identidad. Pero por otro lado, veo muy pocas figuras femeninas que tengan fuerza en este mundo, en la danza vasca».

12:36 Una persona del público pregunta sobre la comunicación, cómo ha conseguido transmitir su idea de hibridación de artes, de fusión de la danza clásica con la vasca. Jon Maya responde que él siempre pensaba por qué, por ejemplo, el flamenco, consigue mantener su función social y además funcionar en el mundo del espectáculo y universalmente. «El inicio es el mismo, un baile popular que a través de la hibridación va creciendo. Aquello que en un momento se ponía en duda, ahora es una tendencia actual. La danza contemporánea, a través también de las raíces, sirve para responder situaciones sociales actuales».

12:33 Jon Maya afirma que él piensa que tiene que haber una hibridación de diferentes danzas y artes, compartir inquietudes y creatividad. «Siempre pongo el ejemplo de la mochila. En una mochila llevas lo tuyo y compartes, pero también vas metiendo lo que recibes. Eso te va a ayudar a construir tu lenguaje, tu discurso». Concluye que ha sido este encuentro con gente el que le ha dado más crecimiento y aprendizaje.

12:31 Su escuela ha sido la praxis total. «Tuve la oportunidad de conocer a Mireia Gabilondo y montar junto a ella un espectáculo sobre un disco a presentar. Eso más mis alumnos, con los que formé Kukai, la escuela de danza, me dió una oportunidad, me coloqué ante un mundo que luego descubrí que era el mundo de las artes escénicas».

12:28 «Llegó un momento, hacia el año 99, en el que nos juntamos cuatro amigos, que bailabamos en lugares diferentes, que nos conocíamos de los campeonatos, y se nos ocurrió hacer algo juntos». Jon Maya relata la experiencia que marcó su carrera, «para mí fue como una escuela. Hicimos 50 funciones en año y medio, y hacíamos prácticamente todo, montar, distribuir… todo entre los cuatro. Cuando terminó aquello me di cuenta de que existía otro horizonte«.

12:25 «Como periodista me empecé a dedicar más a suplementos culturales, a cubrir artes escénicas», cuenta Maya. «Yo a Cesc Gelabert le he entrevistado como periodista, y mira ahora la amistad y la trayectoria que nos une».

12:24 «Yo llego allí y de repente me encuentro haciendo danza clásica. La danza vasca y la clásica tienen mucho en común, me acercaban, veía esa conexión». Así Maya empezó a pensar que debería haber más formas de hacerse esas uniones.

12:20 «Me he formado como bailarín en la danza tradicional vasca. Y tuve mucha suerte, me iba bien en las competiciones. Ahí es cuando empecé a verlo fuera del ámbito amateur», Maya sigue contando la historia de su formación no académica. «Cuando tenía 12 años llegó a Rentería, mi pueblo, una nueva profesora. Cuando Maite se puso a dar clases, situaos a mediados de los 80, veníamos de juntarnos a bailar en garajes», Jon explica el contexto que hizo punto de inflexión en su historia como bailarín, «de ahí pasamos a espejos, barras, con esa nueva bailarina de Roma. Muchos lo dejaron, pero a mí me gustaba. Incluso hacíamos examénes». Ahí fue cuando desde el conservatorio asistieron a esos exámenes, y Maya llamó la atención. «Fuimos entonces al conservatorio de Bayona«.

12:18 «El único título que me acredita es el de periodista», responde Maya. «Y ejercí, hasta que lo deje para dedicarme enteramente a la danza». Añade además que esa etapa le ayudó muchísimo, para aprender a comunicar de formas diferentes. «Cualquier proyecto es una forma de comunicación», concluye, poniendo de ejemplo el proyecto A puerta cerrada junto con el Museo de la Universidad de Navarra (MUN).

12:17 Una mano se alza entre el público tras esta declaración. Una profesora universitaria, que afirma haber trabajado en facultades de Bellas Artes, se interesa por la educación no formal que ha recibido Maya, elementos de los que podría aprender la academía.

12:15 «Yo no he tenido estudios de danza», empieza así Maya contándo su experiencia, y abriendo ese pequeño debate de la educación artística y lo académico. «Llegan artistas a lugares con complejos, por no haber podido estudiar. Pero te encuentras que, con esa inquietud personal, son brillantes».

12:11 El motor de Jon Maya en todos sus proyectos, en todo lo que hace, es la emoción. Siempre intenta recalcar que no podemos caer nunca en el «que sea un espectáculo más». Reitera esta idea diciendo que «No podemos caer en ser una fábrica de reproducir sillas, por ejemplo. Ese sería mi mayor fracaso. Que cada proyecto que hagamos sea especial por algo».

12:08 Comienza la masterclass, y Jon Maya muestra su interés en que el encuentro no siga el formato de una conferencia, sino más bien un diálogo abierto, animando al público a intervenir.

12:00 Teresa Lasheras presenta a Jon Maya, como bailarín, coreógrafo y director, mencionado algunos de sus más destacados premios, como el Premio MAX al Espectáculo Revelación en el año 2009 y los dos Premios MAX 2015 recibidos por ‘Gelajauziak’ a mejor Composición Musical y mejor Elenco. Así como su reciente participación en el Festival de San Sebastián y la dirección del galardonado documental ‘Bizimina’.

1 comentario en “La danza como crónica de un confinamiento”

Deja un comentario